Cuántas veces no
hemos intentado analizar a una persona, tratar de comprenderla, tratar de
entenderla?
Bueno, pues a mí
me pasa con bastante frecuencia, y más cuando se trata de alguien cercano,
alguien a quien quiero.
Cada día intento
conocerte un poco más, intento comprenderte, intento entenderte pero a veces me
resulta tan difícil descifrarte.
Estás lleno de
capas y cada vez que siento que por fin me estoy acercando, esas capas se
multiplican y tengo que volver a empezar, pero con una barrera más.
De pronto eres
serio y frío, de pronto eres lindo y cariñoso, de pronto actúas como un
perfecto extraño, de pronto actúas como un fiel compañero.
De pronto te amo
y me siento la mujer más afortunada por tenerte a mi lado, de pronto te odio y
me siento enfadada por pensar que eras de otra manera.
De pronto te
conozco tanto, de pronto no sé a quién le tomo la mano.
De pronto siento
que tengo la mejor relación, el mejor novio, de pronto siento que mi relación
se acabó, que mi novio… ya no es mi novio.
De pronto quiero
hacer tanto, dar tanto por ti por mi por nosotros, de pronto pierdo las ganas
de luchar algo que no quiere ser nosotros.
De pronto te
siento tan cerca, de pronto te siento tan lejos.
De pronto solo
dejo de analizar las cosas, de pensar tanto y simplemente dejarme llevar.
De pronto hoy
solo te quiero y quiero estar.