martes, 11 de septiembre de 2012

La maravillosa complejidad del ser


Cuántas veces no hemos intentado analizar a una persona, tratar de comprenderla, tratar de entenderla?

Bueno, pues a mí me pasa con bastante frecuencia, y más cuando se trata de alguien cercano, alguien a quien quiero.

Cada día intento conocerte un poco más, intento comprenderte, intento entenderte pero a veces me resulta tan difícil descifrarte.

Estás lleno de capas y cada vez que siento que por fin me estoy acercando, esas capas se multiplican y tengo que volver a empezar, pero con una barrera más.

De pronto eres serio y frío, de pronto eres lindo y cariñoso, de pronto actúas como un perfecto extraño, de pronto actúas como un fiel compañero.

De pronto te amo y me siento la mujer más afortunada por tenerte a mi lado, de pronto te odio y me siento enfadada por pensar que eras de otra manera.

De pronto te conozco tanto, de pronto no sé a quién le tomo la mano.

De pronto siento que tengo la mejor relación, el mejor novio, de pronto siento que mi relación se acabó, que mi novio… ya no es mi novio.

De pronto quiero hacer tanto, dar tanto por ti por mi por nosotros, de pronto pierdo las ganas de luchar algo que no quiere ser nosotros.

De pronto te siento tan cerca, de pronto te siento tan lejos.

De pronto solo dejo de analizar las cosas, de pensar tanto y simplemente dejarme llevar.

De pronto hoy solo te quiero y quiero estar.

viernes, 7 de septiembre de 2012

La espera

"De la lejanía en dónde el olor de la tierra es otro y lo vespertino llega llorando en forma de oscuras amapolas." Neruda

"¿Sufre más aquel que espera siempre que aquel que nunca esperó a nadie?" Neruda

"Quizás sea solo una idea flotando en el vacío de esta hora que anuncie el final de la ausencia y el retorno de los versos y de tu poesía"

"El mar es un azar
Qué tentación ehcar una botella al mar" Benedetti

"Si me quieres, quiéreme entera, no por zonas de luz o sombra...
Si me quieres, quiéreme negra y blanca
Y gris, y verde, y rubia, y morena...
Quiéreme día, quiéreme noche...
¡Y madrugada en la ventana abierta!
Si me quieres, no me recortes:
¡Quiéreme toda... o no me quieras!" Dulce María Loinaz

"Y volvía la luna, sus líneas plateadas
y cada vez se rompía la sombra
con un soplo de olas
y cada día en el balcón del mar
abre las olas, nace el fuego
y todo sigue azul como mañana" Neruda

"Las golondrinas que parece que vuelan no son las mismas" Benedetti

"El sueño que se repite nos da ganas de soñar para saber cómo sigue" Benedetti

"Cada vez que te vayas de vos misma
No destruyas tu vía de regreso
Volver es una forma de encontrarse
Y así verás que allí también te espero" Benedetti

"Dicen que todo lo que nosotros estamos buscando,
también nos busca a nosotros y que,
si nos quedamos quietos nos encontrará.
Es algo que lleva mucho tiempo esperándonos.
En cuanto llegue, no te muevas, descansa.
Ya verás lo que ocurre a continuación" Clarissa Pinkola

viernes, 31 de agosto de 2012

Por eso te amo

Por cómo me miras y me dices tanto cuando dices nada

Por cómo me tocas con esa mirada que acaricia el alma
Y por cómo me abrazas, por eso te amo ...

Porque cuando le pedí al cielo que mandara un ángel
Me llevó hasta ti y antes de pensar en alguien
Pienso en ti primero incluso antes de mí
Porque atrapas mi atención, eres mi aventura,
mi emoción y mi inspiración

Por eso yo te amo porque eres más de lo que había soñado
Porque amo tu ternura y me vuelve loco tu pasión
Porque nadie me hace sentir como tú en el amor

Por eso yo te amo
Soy tu dueño pero también soy tu esclavo
Y si acaso alguna vez te has cuestionado la razón
Y por lo que sea nunca me lo has preguntado
Aquí tengo tanto amor

Por cómo me inspiras y me vuelves loco cuando nos amamos
Porque haces cada día extraordinario
Y cada noche es perfecta en tus labios
Tu piel es mi espacio ...
Porque cuando le pedí al cielo que mandara un ángel
Me llevó hasta ti y antes de pensar en alguien
Pienso en ti primero incluso antes de mí
Porque atrapas mi atención, eres mi aventura,
mi emoción y mi inspiración

Por eso yo te amo porque eres más de lo que había soñado
Porque amo tu ternura y me vuelve loco tu pasión
Porque nadie me hace sentir como tú en el amor

Por eso yo te amo
Soy tu dueño pero también soy tu esclavo
Y si acaso alguna vez te has cuestionado la razón
Y por lo que sea nunca me lo has preguntado
Aquí tengo tanto amor

Porque son tus brazos al lugar perfecto a donde pertenezco
Porque si te tengo, tengo todo
En ti tengo todo… por eso te amo!!

jueves, 30 de agosto de 2012

Quien lo diría

¿Cuántas veces hemos dicho, no me vuelvo a enamorar, mi corazón está roto y ya no podré amar?

Así lo pensé hace casi 2 años, no me volvería a enamorar.

Enamorarse es parte de la vida, de crecer. La manera en que nos enamoramos y aprendemos a querer, es lo que realmente importa.

Es muy cierto cuando la gente dice no volveré a querer igual y es tan cierto porque a quienes llegamos a querer no serán los mismos, son diferentes personas, diferentes corazones.

Hace casi 2 años juré que moriría de depresión porque había perdido al “amor de mi vida”. Lo que perdí fue un cariño inmaduro, aventurado pero que hoy me doy cuenta que no era amor.

“Quedarse en lo conocido por miedo a lo desconocido, equivale a mantenerse con vida pero no vivir”

Cada persona que conocemos y que comparte un poco de tiempo con nosotros, nos deja algo, sea bueno o malo, siempre nos dejan algo.

Mi “perdido amor” me dejó mucho aprendizaje, por increíble que parezca.

¿Qué si estoy enamorada?

Si, hoy me siento enamorada y más allá del enamoramiento se que quiero mucho a esa personita, piecito de panda que entró en mi vida hace año y medio.

El amor que siento por él es un amor más maduro, no arrebatado. Es un amor consiente y sobre todo es un amor que he estado aprendiendo dar por que me nace darlo, no porque tenga que hacerlo.

Lo amo de una forma pura, sin máscaras. Lo amo porque me ha enseñado que el amor es compartir, sin esperar nada a cambio. Pero lo más importante, amar es disfrutar, vivir cada día sin preocuparnos por lo que pueda pasar mañana.

Hoy se que te amo por la persona que eres, así sin más.

Y lo que pase mañana, ya solo Dios lo dirá.

La persona que quiero llegar a ser

Cuando era niña, solía disfrutar de todo, sin preocupaciones. Los “pleitos y enojos” eran tan solo berrinches de niño por no recibir lo que en ese momento se quería. Pero después se olvidaba y la vida seguí sin más, sin preocupaciones.

Solía soñar con frecuencia ¿cómo seré de grande? O quizá ¿Seré ya mayor y estas vivencias de infancia son tan solo un recuerdo?.

A cierta edad de la vida, la pregunta constante que nos acompaña es ¿qué seré cuando sea grande? Y sobre esa respuestas empezamos a formar nuestro camino, elegimos qué carrera estudiar y luchamos por conseguir un empleo al salir y después llegará el trabajo de ensueño.

Y aún en esa elección, ¿decidí correctamente? ¿en verdad era esto lo que quería?

Si, las decisiones que tomamos marcan nuestro rumbo y de nosotros depende mejorarlas o empeorarlas.

Hoy me doy cuenta que si, elegí bien y voy por buen camino. Hoy visualizo a la persona que quiero llegar a ser y actúo como la persona a la que quiero llegar a ser, ya que ese es el primer paso para lograrlo.

Nunca nos arrepintamos por el paso que dimos, porque en ese momento era lo que más deseábamos.

Dejemos de llamar al fracaso como tal y convirtámoslo en oportunidades, oportunidades para crecer, para aprender y para ser mejores personas cada día.

Hoy mi mente está más tranquila y se que el camino que elegí es el correcto y que las dificultades que se presenten tan solo serán pruebas para reforzar mis decisiones.

lunes, 27 de agosto de 2012

Un voto de confianza


Muchas veces he envidiado a aquellos que tienen la facilidad para decir las cosas, el don de la palabra.
Decir las cosas es el trabajo más arduo que llevo día a día. Me es más fácil tragarlo y esperar a que se me olvide, en el mejor de los casos, porque en el peor, exploto como olla exprés.

Una gran amiga me dijo alguna vez “ya sé que tengo que esperar a que el vaso esté por llenarse para que digas las cosas, lo sé porque así eres tú”. Siempre dije que es la persona que mejor me conoce y me entiende.

Hoy, hay alguien más en mi vida que puede decir lo mismo, y que basta con una mirada para saber que algo no anda bien.

A veces me asusta que alguien pueda conocerme tanto, en muchas ocasiones más de lo que me conozco a mí misma. Y me asusta por la misma razón que asustaría a cualquiera, quedar vulnerable.

Y en ocasiones, agradezco tanto que lo haga, porque me facilita el incómodo momento de decir, tengo que decirte algo…

Conocer a las personas va más allá de conocerlas, es el reflejo de nuestro espejo, de nuestro propio conocimiento.

Hay ocasiones en las que no sé quién soy, hacia dónde voy, si el camino que elegí es el correcto, si está bien lo que estoy haciendo. Y esa falta de conocimiento hace que caiga en un círculo vicioso de dudas, desconfianzas y temores.

Hace tiempo confié tanto y traicionaron mi confianza, pero es un error muy tonto creer que lo volverán a hacer. Un error tonto, que se convierte en hábito si no logramos pararlo y decir a tiempo no, las cosas no tienen por qué ser igual.

Desconfié por error y lastimé a alguien que quiero mucho, hoy me cuesta tanto trabajo volver a confiar, porque no sé cómo hacerlo de nuevo.

¿Cómo recuperar la confianza, la confianza en mí misma?

Confiar es crecer y crecer no se da con el paso de los años. Se va creciendo en la medida que vamos madurando, que vamos afrontando las consecuencias de nuestros actos y sobre todo que nos vamos conociendo a nosotros.

Hoy no soy tan madura como pensé, porque no sé qué tanto me conozco y que tanto de lo que conozco soy yo o el reflejo de los demás.

Hoy quiero crecer, quiero confiar y por ello me doy una oportunidad. Tan solo un voto de confianza es lo que se necesita para continuar.

“A mayor expectativa, mayor frustración”

No esperar nada de nadie es más difícil de lo que parece, al menos para mí. Muchas veces espero que la gente reaccione como yo lo haría, que haga las cosas como yo las haría, que diga lo que yo diría en ciertos momentos. Alguna vez, alguien me dijo: “si esperas demasiado, tu vida seguirá en frustración”. 

¿Y cómo dejar de esperar si llevo 26 años de mi vida esperando?. Esperando que salga el sol, esperando mi próximo cumpleaños, esperando que llegue navidad, esperando que lleguen las vacaciones, esperando ver a alguien, esperando escuchar ese hola, esperando recibir ese abrazo, esperando escuchar ese te quiero, esperando, esperando, esperando… Incluso cada día que pasa es una espera de qué te deparará el día.

Hoy, por increíble que parezca, desperté con una frase en la cabeza “ya no esperes”. ¿Será a caso la respuesta a mis miles de preguntas y mis millones de por qué? Sea cual sea la respuesta, esperar no es el problema, sino saber qué es lo que realmente vale la pena esperar. Aprender a no esperar nada de las personas que queremos es el mejor comienzo y sobre todo lo más sano.

 Todos y cada uno de nosotros somos diferentes y la razón es simple, cada diferencia es el complemento del otro, por raro que parezca.

Al dejar de esperar de los demás, podremos disfrutar de todo al máximo, cada cosa, cada detalle, que por insignificante que parezca, será el detalle más hermoso porque llegó sin ser esperado.

 “Nunca esperes nada de nadie, así cada día de tu vida será una hermosa sorpresa” hubiera sido lindo crecer con esa idea, pero hoy tengo la dicha de intentarlo, de comenzar de nuevo, hacer las cosas diferentes.

El pasado no se puede cambiar y que bueno que así sea, pues se convierte en la mejor lección de vida, el mejor aprendizaje, para quien logra entender con el paso del tiempo que eso fue lo mejor.

Poder disfrutar cada día, vivirlo intensamente, disfrutar cada caricia, cada aroma, cada risa, cada palabra, cada momento.

Que el libro de mi vida se escriba cada día, sin esperar nada, eso es lo único que espero.