lunes, 27 de agosto de 2012

“A mayor expectativa, mayor frustración”

No esperar nada de nadie es más difícil de lo que parece, al menos para mí. Muchas veces espero que la gente reaccione como yo lo haría, que haga las cosas como yo las haría, que diga lo que yo diría en ciertos momentos. Alguna vez, alguien me dijo: “si esperas demasiado, tu vida seguirá en frustración”. 

¿Y cómo dejar de esperar si llevo 26 años de mi vida esperando?. Esperando que salga el sol, esperando mi próximo cumpleaños, esperando que llegue navidad, esperando que lleguen las vacaciones, esperando ver a alguien, esperando escuchar ese hola, esperando recibir ese abrazo, esperando escuchar ese te quiero, esperando, esperando, esperando… Incluso cada día que pasa es una espera de qué te deparará el día.

Hoy, por increíble que parezca, desperté con una frase en la cabeza “ya no esperes”. ¿Será a caso la respuesta a mis miles de preguntas y mis millones de por qué? Sea cual sea la respuesta, esperar no es el problema, sino saber qué es lo que realmente vale la pena esperar. Aprender a no esperar nada de las personas que queremos es el mejor comienzo y sobre todo lo más sano.

 Todos y cada uno de nosotros somos diferentes y la razón es simple, cada diferencia es el complemento del otro, por raro que parezca.

Al dejar de esperar de los demás, podremos disfrutar de todo al máximo, cada cosa, cada detalle, que por insignificante que parezca, será el detalle más hermoso porque llegó sin ser esperado.

 “Nunca esperes nada de nadie, así cada día de tu vida será una hermosa sorpresa” hubiera sido lindo crecer con esa idea, pero hoy tengo la dicha de intentarlo, de comenzar de nuevo, hacer las cosas diferentes.

El pasado no se puede cambiar y que bueno que así sea, pues se convierte en la mejor lección de vida, el mejor aprendizaje, para quien logra entender con el paso del tiempo que eso fue lo mejor.

Poder disfrutar cada día, vivirlo intensamente, disfrutar cada caricia, cada aroma, cada risa, cada palabra, cada momento.

Que el libro de mi vida se escriba cada día, sin esperar nada, eso es lo único que espero.

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