lunes, 27 de agosto de 2012

Un voto de confianza


Muchas veces he envidiado a aquellos que tienen la facilidad para decir las cosas, el don de la palabra.
Decir las cosas es el trabajo más arduo que llevo día a día. Me es más fácil tragarlo y esperar a que se me olvide, en el mejor de los casos, porque en el peor, exploto como olla exprés.

Una gran amiga me dijo alguna vez “ya sé que tengo que esperar a que el vaso esté por llenarse para que digas las cosas, lo sé porque así eres tú”. Siempre dije que es la persona que mejor me conoce y me entiende.

Hoy, hay alguien más en mi vida que puede decir lo mismo, y que basta con una mirada para saber que algo no anda bien.

A veces me asusta que alguien pueda conocerme tanto, en muchas ocasiones más de lo que me conozco a mí misma. Y me asusta por la misma razón que asustaría a cualquiera, quedar vulnerable.

Y en ocasiones, agradezco tanto que lo haga, porque me facilita el incómodo momento de decir, tengo que decirte algo…

Conocer a las personas va más allá de conocerlas, es el reflejo de nuestro espejo, de nuestro propio conocimiento.

Hay ocasiones en las que no sé quién soy, hacia dónde voy, si el camino que elegí es el correcto, si está bien lo que estoy haciendo. Y esa falta de conocimiento hace que caiga en un círculo vicioso de dudas, desconfianzas y temores.

Hace tiempo confié tanto y traicionaron mi confianza, pero es un error muy tonto creer que lo volverán a hacer. Un error tonto, que se convierte en hábito si no logramos pararlo y decir a tiempo no, las cosas no tienen por qué ser igual.

Desconfié por error y lastimé a alguien que quiero mucho, hoy me cuesta tanto trabajo volver a confiar, porque no sé cómo hacerlo de nuevo.

¿Cómo recuperar la confianza, la confianza en mí misma?

Confiar es crecer y crecer no se da con el paso de los años. Se va creciendo en la medida que vamos madurando, que vamos afrontando las consecuencias de nuestros actos y sobre todo que nos vamos conociendo a nosotros.

Hoy no soy tan madura como pensé, porque no sé qué tanto me conozco y que tanto de lo que conozco soy yo o el reflejo de los demás.

Hoy quiero crecer, quiero confiar y por ello me doy una oportunidad. Tan solo un voto de confianza es lo que se necesita para continuar.

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