jueves, 30 de agosto de 2012

La persona que quiero llegar a ser

Cuando era niña, solía disfrutar de todo, sin preocupaciones. Los “pleitos y enojos” eran tan solo berrinches de niño por no recibir lo que en ese momento se quería. Pero después se olvidaba y la vida seguí sin más, sin preocupaciones.

Solía soñar con frecuencia ¿cómo seré de grande? O quizá ¿Seré ya mayor y estas vivencias de infancia son tan solo un recuerdo?.

A cierta edad de la vida, la pregunta constante que nos acompaña es ¿qué seré cuando sea grande? Y sobre esa respuestas empezamos a formar nuestro camino, elegimos qué carrera estudiar y luchamos por conseguir un empleo al salir y después llegará el trabajo de ensueño.

Y aún en esa elección, ¿decidí correctamente? ¿en verdad era esto lo que quería?

Si, las decisiones que tomamos marcan nuestro rumbo y de nosotros depende mejorarlas o empeorarlas.

Hoy me doy cuenta que si, elegí bien y voy por buen camino. Hoy visualizo a la persona que quiero llegar a ser y actúo como la persona a la que quiero llegar a ser, ya que ese es el primer paso para lograrlo.

Nunca nos arrepintamos por el paso que dimos, porque en ese momento era lo que más deseábamos.

Dejemos de llamar al fracaso como tal y convirtámoslo en oportunidades, oportunidades para crecer, para aprender y para ser mejores personas cada día.

Hoy mi mente está más tranquila y se que el camino que elegí es el correcto y que las dificultades que se presenten tan solo serán pruebas para reforzar mis decisiones.

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