Alguna vez
escuche las palabras más lindas de un amigo que estaba próximo a casarse.
“Ella tiene un
anillo de compromiso, puede presumir que está comprometida y todos pueden
verlo, yo me quiero casar con ella y poder presumir de igual manera que estoy
casado, que tengo un anillo, presumir que me casé con la mujer que amo”
Ojalá algún día
alguien pueda decir lo mismo por mí.
Creo que hemos
sobre estimado las relaciones amorosas, el noviazgo, el matrimonio, la vida en
pareja.
Cuando llegas a
una relación donde las expectativas por el otro son mayores en comparación con
la realidad, las probabilidades de que funcione son pocas, porque uno dará lo
que tiene y el otro siempre estará esperando más y más y más y cuando lo que
espera nunca llega, llega la frustración y con ello el final.
Pero qué pasa
cuando el que espera demasiado se da cuenta de su error y que lo que tiene en esa
relación es lo más maravilloso y real que pudiera tener, el pequeño porcentaje
de probabilidad de que esa relación funcionara se puede reactivar?
Creo que en el
trayecto de la vida se cometen muchos errores, algunos muy graves, otros no
tantos, pero cuyo objetivo es que aprendas algo, porque de todo error siempre
llega un aprendizaje y si no lo vez, entonces el error no habrá valido la pena.
Hoy te pido
perdón por no haberme dado cuenta antes, lastimé una buena relación, se que no
puedo regresar el tiempo y aunque pudiera, no lo haría, de lo contrario no me
daría cuenta de lo que tengo en frente y estoy alejando de mi vida, te quiero,
ojalá no sea demasiado tarde.
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